Un concepto no es un mensaje. Un concepto es una idea que contextualiza un mensaje de manera interesante, única y memorable a través del diseño. Concurso organizado por Enrique Tomás para el diseño y conceptualización de su nueva tienda Foodies'.
Localización
Un buen concepto refuerza la estrategia y el posicionamiento de la marca. La ayuda a comunicarse con su público y a diferenciarse de la competencia. Pero también ofrece soluciones funcionales de diseño porque será replicado en múltiples espacios y no siempre es sencillo adaptar un diseño a todos los locales.
El principal objetivo de nuestra propuesta era la creación del UNIVERSO FOODIES’ a través de elementos simples y modulares. La creación de un concepto que pudiera replicarse en otros entornos y fuese adaptable a varias dimensiones, conservando siempre aquellos elementos espectaculares que lo hacen característico y único.
Este concepto de espacio gastronómico aspiraba a ser un entorno acogedor, honesto pero impactante. El pasajero al pasar lo podía reconocer desde lejos, por su diseño limpio y minimalista, por sus colores y por su espectacular contrastante intervención en el techo.
Una intervención sencilla, económica, pero impresionante.
Quisimos proyectar un espacio donde poder aprender de nuestra cultura gastronómica a través de la exposición clara y sugestiva de los productos de venta. Buscábamos que a través del diseño se transmitir la marca española sin entrar en tópicos, remarcando la selección de los productos de calidad expuestos.
Pero también queríamos un espacio de disfrute (algo tan nuestro), donde poder consumir los productos que se venden en el local o participar de pequeños eventos, maridajes y catas, para crear una relación casi social, entre la tienda y el cliente.
En definitiva, diseñamos un concepto destinado a personas FOODIES ́ que desearan escuchar las historias de los productos y catar en el lugar. Un club social, un punto en el que poder llevarnos lo mejor de la gastronomía del lugar para poder exportarlo y compartir.
Modular, replicable.
Diseñamos un mobiliario corporativo modular. No son módulos móviles, sino de piezas versátiles que crean identidad y facilitan que el concepto sea replicable al máximo.
Nuestra propuesta se articulaba a través de la funcionalidad de dichos módulos:
Encontramos módulos con exposición a dos lados (doble), en un lado (sencillo) y un módulo de mesa que se adapta entre dos módulos sencillos.
Con esta apuesta conseguimos estandarizar la construcción de un mobiliario que es el que configurará las futuras tiendas.
En cada uno de los módulos encontrábamos displays explicativos con información de los productos y precios. De esta manera evitábamos tener una infinidad de cartelitos con precios.
En la parte superior diseñamos unos módulos que colgaban del techo que reforzaban la comunicación y la didáctica del proyecto FOODIES’ mediante pósters que colgaban, con información e imágenes.
Versatilidad.
La planta de distribución que proponíamos presentaba una distribución amplia, simétrica, fácil de entender y de fácil circulación.
Diáfana, con pasos amplios en los que pararse y entretenerse sin crear tapones o embudos. teníamos muy presente que la mayor parte de los clientes llevarían maletas, así que los pasos son generosos para que la circulación de los clientes fluya amablemente.
También quisimos mostrar mostrar que los elementos modulares diseñados se podian colocar en otra posición y crear otras configuraciones sin perder la simetría, la amplitud de pasos y el flujo deseado, ofreciendo una buena solución cuando el concepto replicase en otro espacio.
Descripcion de la intervención.
La propuesta partia del deseo de dar al producto el protagonismo que se merecia, al ser parte de una selección exquisita. Por este motivo escogimos los dos colores de la marca más llamativos, contrastantes y que combinaban mejor con los productos gastronómicos: el amarillo y en contraposición el negro.
Para conseguir este protagonismo, el espacio diseñado es muy minimalista, sin ornamentaciones ni formas complejas. La intervención se realiza mediante el color corporativos y los materiales, que hacen referencia a nuestros orígenes mediterráneos.
Propusimos un bloque sólido al fondo del local, en el que colocamos las zonas internas y operativas y colocamos en el centro un gran mostrador que marca el eje central del local, creando así una planta simétrica, ordenada y diáfana, que nos permite organizar el espacio expositivo con gran flexibilidad gracias a los módulos diseñados.
A través del trato personalizado.
En FOODIES’ el personal está preparado para dedicar tiempo al cliente y acompañarlo en su compra mediante la explicación profunda de los productos seleccionados. Pero no todos los clientes quieren un trato personal.
Pensamos que para mantener un vínculo social y conseguir una atención super-personalizada era mejor que el cliente indicase si deseaba ser asesorado o no. Por este motivo diseñamos un punto de recogida de cestas de la compra donde el cliente indicaba si deseaba ser asesorado mediante el color de la cesta que escoja. Un modo sutil para dejar que el cliente decida y no se sienta invadido.
A través de la didáctica.
Para que la expresión de la marca Foodies’ se adaptase a los varios productos seleccionados, diseñamos unos escaparates exentos, que permitían trasladarnos a diferentes sitios y formatos. Creamos el concepto de "biblioteca de alimentos", un espacio fresco y abundante en el que fluyen armoniosamente los espacios de degustación, para llevar y para comer.
Con el objetivo de clarificar la experiencia del cliente, el merchandising visual y la comunicación en la tienda, cada módulo contenía un display explicativo, con información sobre el producto o el productor. En la parte superior colgaban unos carteles más gráficos y atractivos, con imágenes y titulares para sugerir y conseguir que el cliente se acercase para saber más.